Lucas Matthysse reclama su oportunidad

Si quieres algo bien hecho, lo mejor es hacerlo tú mismo, y más en el Boxeo. Eso debió pensar Lucas Matthysse cuando se presentó este pasado sábado ante Humberto Soto, en un encuentro que podía proporcionarle una oportunidad para disputar el título mundial. Perdió de manera injusta, jueces mediante, con Zab Judah y Devon Alexander, a los que derribó pero no sentenció.

En esta ocasión, para evitar sorpresas, quería conseguir la victoria de forma clara y rotunda, sin distorsiones, y qué mejor manera que por la vía del cloroformo. Se sabía que sería un encuentro bronco. Ambos intercambiaron poderosas manos, pero el argentino se mostró más compacto y duro en sus intervenciones, no en vano es uno de los mayores pegadores del panorama mundial.

Soto se mostró más quebradizo de lo habitual, con lentitud en su defensa y dejando el hueco fatal para los upper y crochet de Lucas, debilitándose a cada round y dotando de menor contundencia sus combinaciones. El derribo final llegó en el 5º asalto tras una formidable derecha de Matthysse. La garra del mexicano le permitió incorporarse, mientras se apoyaba en las cuerdas.

El arbitro Raúl Caiz Sr. no quiso o no se atrevió a dictar el final del combate y, aprovechando la campana, dejó la responsabilidad a la esquina de Soto. De esta manera, se ponía fin a una racha de 15 victorias consecutivas desde 2008 a su edad de 32 años, mientras que Matthysse se mantiene invicto moralmente y, a sus 29, se le abren interesantes expectativas.

La primera de ellas debería ser disputar el cinturón mundial al ganador del Amir Khan vs Danny García que tendrá lugar el 14 de julio. Sería lo más lógico y sensato para un hombre que ha mostrado su valía y al que ya le ha llegado el momento de abordar su mayor reto. El problema es que el aspirante nº1 a la espera es el nigeriano Ajose Olusegun y toca ponerse a la cola.

Para ese tiempo, surge con fuerza la posibilidad de que Matthysse se enfrente a su compatriota Marcos Maidana, en la que sería una batalla entre pegadores brutales. Pero de momento, la justicia de los puños ha hablado. Para‘Zorrita’ Soto queda la ilusión de levantarse y buscar una cifra al alcance de muy pocos: su victoria número 60. Bonita cifra para cerrar una gran carrera.

Josesito rompe con lo planeado

Como si de una película se tratase, la historia de Josesito López sirve de inspiración para un guión. Ante la bohemia mirada del actor Jack Nicholson, este boxeador de nombre poco intimidante silenció a los presentes y despertó a los indiferentes que veían en este combate un trámite para Víctor Ortíz, en su preparación para su gran pelea ante el ‘Canelo’ Álvarez.

Sinceramente, todo apuntaba a eso. López debutaba en el peso welter y lo hacía ante un excampeón que se dejó la corona de la forma más tonta e inocente ante el tirano del ring Floyd Mayweather. Desde el primer momento se comprobó que Josesito no venía a hacer amigos, ni tampoco a lucir bien a modo de carta de presentación para el gran público. Salió a ganar.

A medida que pasaba el tiempo su dominio se agrandaba y más perdido se encontraba Ortíz, quien no lograba imponer su estilo ante el espigado aspirante que contestaba a sus ataques con duros golpes que sorprendentemente parecía asimilar bien ‘Vicious’. Pero es en el 9º asalto cuando una de esas contundentes manos causa estragos en la mandíbula de Víctor y se la rompe.

Y, junto con ella, los planes de Óscar De La Hoya para el 15 de septiembre. Como si de una maldición se tratase, encontrar rival a Saúl Álvarez está siendo más complicado de lo esperado. Dopaje, rechazos, lesiones… están siendo las causas esgrimidas por los aspirantes contactados. La necesidad de sostener ese PPV, complican sobremanera la elección de un rival atractivo.

Víctor Ortíz prometía ser un interesante test para el ‘Canelo’, pero este hombre no gana para varapalos profesionales. De tocar el cielo con Mayweather, a su error infantil, los retrasos por culpa de Andre Berto y ahora esta peligrosa fractura. Un tipo con talento y mucha intensidad que no termina de canalizar su furia (nuevo golpe ilegal a la nuca de López), ni progresar en su boxeo.

Algo tendrá que decir al respecto su entrenador Danny García, quien no parece estar sacando todo el rendimiento que se esperaba de Ortíz, cuyo mayor logro, hasta la fecha, fue aquella noche ante Berto. Del mismo modo, Josesito debe aprovechar esta nueva etapa que se abre en su vida. Cualidades y corazón tiene para ser mucho más que el chico que dio la sorpresa aquél día.

Canelo y Chávez a graduarse en septiembre

Dos jóvenes y prometedores mexicanos deberán superar, tras el verano, los exámenes más complicados en su carrera profesional. Pese a su condición de campeones, la forma de lograr, o bien mantener sus coronas han provocado que existan ciertas dudas sobre sus aptitudes y merecimiento para ostentar tal título. Toda esta desconfianza puede ser despejada en septiembre.

Saúl Álvarez, de tan sólo 21 años, ha sido acusado, entre otras cosas, de ‘mataviejitos’. Sus últimos rivales superan la treintena y buena parte de ellos rondan la cuarentena. Como resultado, tiene un bonito historial de victorias en el que figuran nombres como el de Carlos Manuel Baldomir o Shane Mosley, entre otros, pero que, en esencia, no es más que puro marketing.

Su progresión ha sido ralentizada por su actual promotora, Golden Boy Promotions que, consciente del diamante en bruto que tiene, quiere pulirlo poco a poco sin dañar su potencial valor. Pero la paciencia de la afición ya llega al límite y tiene ansias por comprobar si el brillo es tan intenso una vez fuera del taller. Víctor Ortíz se ocupará de comprobar sus kilates.

El verdugo de Andre Berto debe superar este fin de semana a Josesito López para centrarse en el Canelo, para quien Ortíz, de 25 años, es el escollo más complicado que se le ha presentado. Del mismo modo, JC Chávez Jr tendrá el reto más difícil, tanto para él como para cualquier peso medio, en Sergio Martínez. Un combate que lleva tiempo gestándose fuera del ring.

Chávez Jr es uno de lo boxeadores más debatidos de la actualidad. El modo en que accedió al título y las evasivas hacia ‘Maravilla’ hacen que no se le rinde la pleitesía debida a un nº1. Pero esta situación llega a su fin, o eso parece. Su equipo toma el toro por los cuernos y se enfrentará al argentino, reeditando un duelo similar al que su padre realizó 20 años antes.

El 12 de septiembre de 1992, Julio César Chávez vs Macho Camacho tuvo lugar en el Thomas & Mack Center de Las Vegas, el mismo escenario en que su hijo quiere cerrar la boca a Martínez. Misma ciudad en la que Canelo quiere confirmarse ante Ortíz. Ambas funciones serían el 15 de septiembre, día de la independencia de México. Misma fecha y lugar.

Todos son conscientes de la merma económica que supondría hacerse una competencia tan directa. En estos casos suele aparecer una oportuna lesión o eventualidad que retrasa el asunto unas semanas. Conociendo la habilidad de Bob Arum para aplicar el ‘donde dije digo, digo Diego’, no extrañaría que el Chávez vs Martínez se aplazase unos días. Lo bueno siempre se hace esperar.

Chávez Jr maravilla ante Lee

En la que se presumía como su defensa más complicada hasta el momento, un aguerrido Julio César Chávez Jr apareció en Texas para lograr un excelente resultado ante el irlandés Andy Lee. Con esta actuación, el hijo de la Leyenda se confirma como el mejor peso medio de la actualidad, sólo superado por el campeón sin corona Sergio ‘Maravilla’ Martínez.

Ante un zurdo y espigado rival, Chávez empezó flojo la noche, sin más movilidad que la embestida, sin mejor idea que lanzar golpes potentes y aislados con la fe de alcanzar y dañar a su rival con una sola mano. Lee dominaba el encuentro manteniendo al mexicano lejos de su territorio gracias a su buen jab, pero las fuerzas le flaquearon y el Junior sacó su raza.

Con gran empeño y mirada decidida, Julio César fue tornando la balanza a su favor gracias a una constante búsqueda de los flancos de su rival, quien se había dejado la mayor parte de su energía en comprobar la buena quijada que tiene el de Sinaloa. Sería en el 7º asalto cuando Chávez Jr puso fin al pleito con una dura combinación que dejó totalmente aturdido a Lee.

Victoria contundente y convincente que asienta aún más en su trono a este discutido monarca. José Sulaiman, mandamás del CMB, ya lo considera invencible en su división. Aún tiene aspectos que mejorar, pero estamos ante un campeón de peso superior que domina por su innata calidad y su mayor tamaño, con todo lo asociado a ello: pegada y encaje.

No cabe duda que el JC Chávez Jr de hoy es mejor que el JC Chávez Jr de hace uno o dos años, el problema es que ese periodo de maduración lo ha realizado siendo el campeón del Consejo Mundial, siendo protegido y evitando rivales que en aquél momento podrían suponer un obstáculo demasiado difícil. Si alguien es el nº1 debe estar disponible para cualquiera.

Pero tras una larga espera, parece que todo llega a su fin. La deseada pelea entre el campeón legal y el moral tendrá lugar este año. No hay más escondites ni huidas. En un encuentro que promete ser intenso desde el primer día de promoción, saldremos de dudas. Chávez Jr debe pelear mejor que nunca, Martínez mantener su nivel de siempre. Algunas bocas serán cerradas.

Pacquiao y las conspiraciones

En el mundo de los negocios casi nada ocurre por casualidad. El pasado sábado en Las Vegas tuvo lugar uno de los mayores robos en la historia del boxeo, lo cual, por desgracia, no es novedad, pero sí lo es la importancia de la víctima. Manny Pacquiao fue atracado a mano desarmada ante multitud de testigos atónitos ante aquella broma de mal gusto. Pero de broma, nada.

Las puntuaciones, en determinadas circunstancias, suelen favorecer ‘al de casa’, al chico del promotor influyente, a la estrella mediática, al campeón… pero esta vez no. Una de las mayores estrellas del deporte mundial ha sido perjudicada de forma contundente. ¿Por qué? Las dos últimas peleas del ‘Pacman’ han terminado con polémica por culpa de las decisiones de los jueces.

¿Acaso estos han querido compensar? Además de lo injusto que sería subsanar un error con otro, no creo que este gremio haya sido tan sensiblero para sentirse tan ofendido como para llegar a tal punto. La pelea con Juan Manuel Márquez fue igualada y el resultado, aunque discutible, dista años luz de ser un robo. No obstante, se hablaba de una cuarta pelea, ahora ya descartada.

La revancha con Tim Bradley será el 10 de noviembre, de este modo Pacquiao evita un nuevo episodio con el incómodo mexicano y aplaza, aún más, una posible confluencia con Floyd Mayweather, quien en cumplimiento de su condena de cárcel, no llegaría a tiempo. Bob Arum, indignado con el resultado, no oculta lo rentable del nuevo encuentro. Mata dos pájaros de un tiro.

A Arum no le interesaba una redundante pelea ante Márquez, tampoco quería hacer negocios con Mayweather y su gran gallina de los huevos de oro empieza a notar la edad y una tenue desmotivación. Pacquiao, con 33 años, está dando sus últimos asaltos al más alto nivel y el bueno de Bob sabe que debe encontrar un sustituto antes del retiro definitivo del astro filipino.

Un joven invicto afroamericano, rápido, técnico y verdugo del, considerado por muchos, mejor libra por libra del mundo, es un boxeador apetecible para cualquier promotor. Lo sabe y por eso Bradley está en su equipo. Un ‘traspaso de poderes’ suena interesante para mantener el atractivo en sus protegidos. Visto de este modo, no hay mal que por bien no venga.

Algo huele a podrido

Fin de semana para recordar en el mundo del boxeo. Para recordar y evitar que se repita. La polémica es inevitable en el deporte, máxime cuando las decisiones trascendentales sobre la victoria o derrota no dependen de los deportistas sino de personas ajenas que con el aparente traje de la objetividad se cuelan en todas las fiestas sin invitación. Y últimamente, sólo para aguarlas.

En esta ocasión los motivos de queja se concretan en el polémico triunfo de Fernando 'Kochulito' Montiel ante Arturo 'Rey' Santos, donde este último venció sobre el cuadrilátero pero, al bajar, la decisión dividida de los jueces premiaron a su rival; y el magnicidio perpetrado a Manny Pacquiao ante Timothy Bradley, que dará que hablar mucho más que la pelea en sí.

Y es que si algo llama la atención es que sea ‘uno de los grandes’ la víctima de semejante decisión. En lo que prometía ser una interesante pelea con la que el filipino trataría de reconquistar a los seguidores de su boxeo y despejar las dudas sobre su rendimiento, surgidos tras su último encuentro con Juan Manuel Márquez, se convirtió en un esperpento.

El encuentro se inició con un Bradley valiente, dispuesto a mostrar las virtudes que le permitieron firmar el cheque de esa noche. Velocidad y técnica, son sólo algunos de los principales puntos fuertes que le han mantenido invicto hasta ahora. Manny va entrando en el combate a medida que pasan los minutos, anotándose los asaltos gracias a sus golpes más potentes.

Termina siendo un encuentro sin sobresaltos, en el que Pacquiao vuelve a mostrar su hambre de victoria y el interés por seguir protagonizando buenas noches de boxeo. El resultado, una vez consumidos los 12 asaltos, era una clara victoria a los puntos pero, esta fue, contra todo pronóstico o lógica, para Bradley. Se hizo el silencio para luego romperse en una tormenta de silbidos.

Otra noche de vergüenza para el boxeo. Una vez más los espectadores se quedan con cara de tontos, de no saber qué ha pasado, con la duda de conocer si lo que han visto se corresponde con la realidad. La basura que rodea este deporte llega hasta las más altas esferas. Hasta Pacquiao ha caído. ¿Quién se beneficia de esto? ¿Quién le pondrá fin? Alguien debe responder.