22 may 2020

El nuevo boxeo

Con el mundo patas arriba a costa del coronavirus, la actividad económica se resiente por el parón obligado y son muchos los que ya piensan en cómo recuperar el tiempo y dinero perdidos. El boxeo se encuentra, además, con que su actividad no podrá retomarse en las mismas condiciones que antes, con una de sus principales fuentes de ingresos fuertemente limitada. Las trabas para congregar aficionados y lograr una buena taquilla son insuperables a día de hoy.

El renombrado ‘distanciamiento social’ obligará a buscar otras alternativas para que el público pueda seguir viendo un producto que no podría existir sin su apoyo. Las grandes promotoras internacionales harán valer sus acuerdos con canales de TV y generar ingresos vía PPV, pero en España eso es irrealizable. Sin televisiones que apoyen, la única opción es el cuerpo presente de toda la vida.

Ante este panorama, el promotor Néstor Domínguez disertaba sobre el deber de reinventarse con paciencia e ingenio, proponiendo, por ejemplo, la organización de competiciones al aire libre, máxime con la llegada de la temporada estival. Esta idea también fue presentada por Eddie Hearn, quien planea realizar espectáculos transmitidos por Sky Sports y DAZN desde el jardín de su mansión familiar.

El propio Hearn prevé cambios necesarios para la supervivencia del boxeo, y no solo a causa del virus chino: "Ya no podemos permitirnos hacer peleas de rodaje por la competencia que hay. No sólo con otras promotoras de boxeo, sino también con otros deportes (UFC). Tenemos que volver con un programa que les guste a los aficionados. Ya no podemos permitirnos peleas flojas".
Ya no podemos permitirnos hacer peleas de rodaje
"Si solo ofrecemos un contenido de bajo nivel y peleas de mala calidad, nos hará más daño a largo plazo contra los deportes más grandes", sentenció el inglés. Similares llamadas al cambio también las hemos escuchado en español, en boca de Sergio Martínez, quien asegura que el boxeo debería aprender de la estrategia de UFC para no perder relevancia.

‘Maravilla’ afirma que hay buen nivel de boxeadores, pero el entorno del boxeo no se ha actualizado. “Las veladas se siguen manejando igual que en los años 60 o 70”, se lamentaba el argentino, quien anima a investigar y aprender sobre cómo se ha posicionado con firmeza UFC en el ámbito internacional. Así pues, el coronavirus parece no ser la única inquietud.

Este virus ha sido la gota que colmó el vaso, pero no debe ocultar años de decadencia y apatía, malas decisiones, exceso de organismos y falta de respeto a los aficionados, que ha dado con una, cada vez mayor, pérdida de trascendencia del boxeo. Se vincula a Henry Ford la máxima: “las crisis, cuando ocurren, tienen al menos la ventaja de que nos obligan a pensar”. Parece buen momento para devanarse los sesos.

15 may 2020

El esperado regreso dominicano

Abigail Medina y Jonathan Alonso
Con el parón obligado por la pandemia del coronavirus, muchas son las veladas de boxeo que se están retrasando hasta nueva orden. Ello implica el aumento de la espera para ver de nuevo en acción a algunos deportistas sobre los que se suponen importantes retos. En este caso quisiera destacar a dos de los nuestros que comparten sangre dominicana: Abigail Medina y Jonathan Alonso.

El asentado en Barcelona deja atrás un 2019 nefasto debido a una lesión producida a finales de 2018 que le hizo pensar en el retiro. Medina, de 31 años y excampeón de Europa, firmó una noche histórica para el boxeo español el 30 septiembre de 2017, cuando venció en Inglaterra por KOT al ídolo local Martin Ward, en la que posiblemente haya sido la actuación más rotunda de su vida.

Casi un año después, el 12 noviembre 2018, ‘El Mazo’ disputó el título mundial en Japón, frente a Tomoki Kameda, quien retuvo su cetro en una buena pelea del nuestro. Consecuencia de este choque, un hombro maltrecho dejó en el dique seco a uno de nuestros mayores representantes. “Aprendí que en ese tipo de combates no se puede regalar nada”, afirmaría Medina. “Dejé claro que estoy en la primera división y doy la talla”. En mente ya tiene reconquistar lo que fue suyo: el campeonato de Europa.

Mientras nos ilusionamos con el camino hacia la recuperación de su trono supergallo, hay otro púgil del que se espera su estallido definitivo. A los 29 años de edad, Jonathan Alonso se encuentra en el momento determinante de su carrera. Siendo miembro del equipo olímpico español en Londres 2012 y con el talento evidenciado, la afición aguarda que profundice sus méritos deportivos.

Alonso, que debutó como profesional en Nueva York y ha peleado hasta en cuatro ocasiones en EE.UU., ha sido campeón de España del peso superligero, tras superar a Nacho Mendoza el 1 de octubre de 2018, en el que fue el mayor examen de su historial. Por el contrario, conoció la derrota el año pasado en su tierra natal ante Alberto Puello, en combate valedero por el título mundial interino de la Asociación Mundial de Boxeo.

‘Maravilla’ se sinceraba después reconociendo que había dejado pasar una gran oportunidad. “Tenía miedo de la derrota. Siempre se me ha exigido mucho. Pensaba que podía perder el status, porque todo el mundo quería más... Pero me ha aportado la experiencia de saber perder y aceptar que al subir al ring puedes ganar o perder”.

Si esta lección ayuda a liberar su mente de presiones, a fe que la derrota no habra sido en valde. Se dice por República Dominicana que “los tropezones hacen levantar los pies”. Haciendo bueno ese refrán, hay confianza en que un Alonso más experimentado esté mejor capacitado para poder luchar por aquellos anhelados campeonatos que llevan tiempo haciéndose de rogar.

8 may 2020

El largo adiós

Cuando dedicas tu vida y esfuerzos a una actividad que te satisface y reporta importantes éxitos profesionales, qué difícil se hace el momento del cese. De sobra es conocida la poca credibilidad de los boxeadores cuando mencionan la palabra ‘retiro’. Pocos son los que dan el paso reflexivamente y mantienen su decisión por los siglos, protegido de sugestiones o necesidades económicas.

Con todo, la seducción de un retorno es tan tentadora como la recaída en una persona exadicta a alguna sustancia poco saludable. Y es que son tantas las emociones y estímulos vividos a lo largo de una carrera deportiva que es muy difícil deshabituarse de ese estilo de vida. Cuando la edad impide cualquier regreso a la más alta competición profesional, otras alternativas permiten relamer lo que un día fue.

Ese sucedáneo, que también tiene cierto éxito entre los aficionados, son los combates de exhibición, normalmente enmarcados en campañas de recaudación de fondos destinados a causas benéficas, permiten una dosis de entretenimiento y nostalgia que disfrutan por igual sus veteranos protagonistas y un público que creció con ellos mientras los acompañaban en sus andanzas deportivas a lo largo de los años.

Tal es el ejemplo reciente de Julio César Chávez y ‘El Travieso’ Arce, que ya han firmado dos multitudinarios encuentros, y ya saben que no hay dos sin tres. Hablando de cerrar una trilogía se encuentran Mike Tyson y Evander Holyfield, ninguno ha mencionado al otro, pero casualmente ambos se encuentran afinando su tono físico en el gimnasio de cara a algún posible combate de exhibición… El que quiera entender que entienda.

En España nos toca más de cerca el revuelo suscitado por el retorno de Sergio ‘Maravilla’ Martínez, quien lanzó el guante a uno de los más destacados boxeadores en activo de este país Kerman Lejarraga, pero que en su natal Argentina se encuentra en intercambio de pareceres con ‘El Chino’ Maidana, también en el retiro y con ganas de una tarde de acción sin mayores pretensiones.

El poder revivir las sensaciones de aquellas noches bajo los focos, pero descafeinadas de preocupaciones. ‘Maravilla’ confirmaba que solo quería boxear “sin pensar en lo que pueda ganar o no en lo que a dinero respecta. Sin la presión que otrora sentí por ir contrarreloj queriendo enfrentar a los mejores y ser una y otra vez campeón. Solo quiero ganar, dar espectáculo y sobre todas las cosas, disfrutar la situación y el presente”. Dice la escritora Moira Rogers que “las dos cosas más difíciles de decir son el primer hola y el último adiós”. Y en el boxeo, más.

1 may 2020

Lo que el COVID se llevó


Boxeo coronavirus nicaragua
Medidas tomadas en Nicaragua
La crisis sanitaria ocasionada por el afamado coronavirus COVID-19 ha ocasionado el parón de muchas actividades, entre ellas las deportivas. Distintos métodos son buscados para compensar la falta de ingresos provocados por tal cese. El boxeo español, ya de por sí poco boyante en lo económico, busca soluciones para paliar esta situación y poder seguir con su práctica.

Entre esas opciones está la propuesta por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB): regresar al ring sin la presencia de espectadores. Diversas opiniones saltaron al respecto, entre ellas la del presidente de la Federación Española de Boxeo (FEB), Felipe Martínez, quien sí ve “el boxeo (amateur) sin público, porque las competiciones son las que son y el público las podría seguir desde sus casas, pero el boxeo profesional sin público lo veo más complicado, ya que dependen casi siempre de las entradas”.

Como bien dice Martínez, es el boxeo profesional el que más sufre esta situación, sumergido en una incipiente anemia económica por falta de recaudación en taquilla. Si el público no puede asistir a las veladas, estas deberían acercarse a los aficionados. ¿Cómo? A través de la televisión o internet. Pero la realidad es que en España esto no es posible. O al menos no es tan sencillo de llevar a cabo.

A diferencia de otros países más habituados a los eventos de “Pago por ver” (PPV), con fuertes promotoras de ámbito internacional y canales de televisión o servicios de streaming poniendo dinero sobre la mesa, aquí la viabilidad económica es escasa. ¿Quién produciría la retransmisión? ¿Se podrían utilizar los medios de LaLiga Sports TV, como hace con los torneos amateur? ¿El diario As pondrá de nuevo sus cámaras?

¿Cómo se repartirían entre todas las partes implicadas los costes e ingresos? A todo ello habría que analizar el elemento capital, ¿respondería adecuadamente la afición? ¿Pagaría lo necesario para hacer rentable un PPV “Made in Spain”? No soy muy halagüeño al respecto. Tal esfuerzo requiere un patrocinio y apoyo que si ya llegan con escasez cuando sopla a favor, con la inestabilidad actual serán más difíciles de encontrar.

Esperemos que la parte más dura de la tormenta pase más pronto que tarde. Será entonces cuando se pueda sacar algo mínimamente positivo de todo esto: los grandes combates deberán hacerse de inmediato. No habrá más tiempo que perder, ni más ingresos que dejar pasar. Esas urgencias harán que los choques que más expectación despierten tengan más posibilidades que nunca de llevarse a cabo. Y ojala sea delante de una afición entregada al espectáculo.

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